... NECESITAMOS EXTRAESCOLARES!!!

Escuchamos muchas veces hablar sobre la cuesta de enero, pero para las familias la verdadera cuesta, en el más amplio sentido de la palabra, está en septiembre. El inicio del curso escolar supone un cambio de rutinas importante en los hijos/as, comenzando una etapa con nuevos objetivos. Para los padres y madres además de una inversión económica para la compra de libros, materiales, ropa, etc. supone una nueva reorganización del funcionamiento y hábitos familiares.


Uno de los temas que tendremos que negociar en familia son las actividades extraescolares, donde se intentarán conciliar los gustos, las necesidades y las opiniones de los padres, madres e hijos/as.  La oferta de extraescolares cada vez es más amplia y diversa, así podemos encontrar actividades de tipo físico-deportivas, artísticas-creativas, formativas-académicas, ambientales-naturales y lúdicas-culturales. Sería interesante partir del punto de vista, que este tipo de actividades sirven para que los chicos/as se diviertan, aprendan de una forma no tan reglada, les ayuden a satisfacer sus intereses, obtengan gratificación y éxito, etc. como complementos a aprendizajes más reglados, estructurados y formales que tienen en el sistema educativo.

Analicemos algunos criterios que influyen en la elección de la actividad extraescolar:


  • Uno de los factores importantes es el horario, no hemos de olvidar que parte del origen y desarrollo de éstas se produce para conciliar de la vida familiar y laboral. Muchos centros escolares tienen jornada continua o cierran antes de que los padres y madres salgan de sus trabajos. De esta forma las extraescolares “ayudan” a gestionar las dificultades de conciliación que tienen algunas familias. Con este propósito incluso se habla de mantener los centros escolares abiertos mañana, tarde y noche. Como estrategia urgente de contención de problemáticas socio-laborales podría pasar, pero pretender que nuestros hijos/as pasen más de 10 horas al día en un centro escolar, imposibilitaría de base nuestra función educativa-relacional-familiar.

  • En el post “welcome verano” ya mencionamos el crecimiento de la industria de actividades de ocio recreativo. Otro de los factores es el coste económico de la actividad, esto puede ser un impedimento para muchas familias, que no pueden asumir el alto gasto que produce determinada actividad extraescolar. En este sentido las ofrecidas por las AMIPAS o las administraciones públicas suelen tener un precio más asequible que las de origen puramente privado. Sería interesante que los padres y madres se informasen de la oferta pública existente en su municipio, consultando en los ayuntamientos, centros infantiles y juveniles, escuelas municipales de deportes, patronatos de música, centros culturales, etc.

  • Elegir actividades extraescolares complementarias con las académicas, como inglés, informática, repaso, etc. Generalmente elegidas por los tutores o progenitores, con el fin de reforzar los aprendizajes escolares. Por suerte, cada vez este tipo de extraescolares son de carácter más transversal y vehicular, es decir, los modelos de aprendizaje son más lúdicos y adaptados, un ejemplo: yoga en inglés. ¿Después de vuestras horas de trabajo, os gustaría pasar la tarde haciendo lo mismo? Existen otros tipos de aprendizajes, tan importantes como los curriculares, relacionados con las emociones que son muy propicios a darse en actividades de ocio y tiempo libre, además ayudarán a nuestros/as hijos/as a desarrollar competencias personales y sociales esenciales para desarrollar una vida plena y saludable.

  •   ¿Quién participa en la actividad extraescolar? éste es otro de los factores que suelen influir en los menores. Para los chicos/as puede ser más motivador compartir actividades con los amigos/as, que lo que se haga en la actividad. Muchas veces la eligen principalmente porque va su amigo/a. Una de las funciones familiares sería posibilitar al menor de entornos favorables para su desarrollo, dentro de éstos, el grupo de amigos/as es un indicador importante. Abrir el abanico de amistades a nuestros hijos/as es una buena estrategia para que afronten las presiones de grupo. Así los chicos/as tendrán sus amigos/as de clase, los del baloncesto, los de música, etc. Y ellos/as irán determinando cuales son más importantes en base a sus propios intereses. 


  • Otro de los factores que pueden influir en la elección de la actividad extraescolar son los relacionados con la personalidad del menor. Bien sea para fomentar habilidades innatas en ellos/as, con objetivo de desarrollarlas intencionadamente: si el chico/a es muy ágil le apuntamos a un deporte o baile, si dibuja bien le apuntamos a pintura, etc. O bien para adquirir habilidades que le ayuden a desarrollar sus competencias personales y sociales: el chico/a es tímido/a le apuntamos a teatro para eliminar la vergüenza, si es muy nervioso/a le apuntamos a actividades de relajación, etc.

Todos y todas necesitamos actividades de distensión para desarrollarnos de manera placentera, por eso es muy importante que éstas sean elegidas voluntariamente, que sean de interés para el participante, que nos ayuden a desconectar y sobretodo que sean muy gratificantes.


Autor: Iván Castro Sánchez

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