...SOY SU MEJOR AMIGO/A

Una de las funciones universales de los progenitores es la de orientación, que
en esencia sería una especie de acompañamiento compuesto por elementos
educativos, emocionales, experienciales (empíricos), personales, etc., durante
el desarrollo evolutivo del/la menor. Por lógica el que ejerce de orientador,
debería acreditar que tiene competencias suficientes para serlo. Esto ya
apunta, que para orientar es complicado hacerlo desde un plano de igualdad: “Si tengo un problema
de salud, buscaré la opinión (orientación) de un profesional cualificado, no
tanto la de mi mejor amigo/a.”
Desde otra perspectiva, uno de los componentes
naturales en la elección de los amigos/as es la igualdad, que
vendría a resumir aquellos aspectos por los cuales elegimos a los “colegas”:
los mismos gustos, los mismos rituales, las mismas inquietudes, las
experiencias conjuntas, las mismas necesidades, etc. En general, el
nivel de amistad está relacionado con el conjunto de elementos que se tienen en
común. Es complicado mantener una amistad, en la infancia y la
adolescencia, cuando no se tienen los mismos gustos, las
experiencias de vida son diferentes, el nivel de conocimiento no es
parejo, etc. “Gustan más los amigos/as que escuchan que los que dan
lecciones”.
Desde la lógica se debería ser más padre/madre que
amigo/a con los hijos/as. Ahora bien, ser tutor/a no significa no tener una
buena relación con los hijos/as, no sentirte cercano a ellos/as, no saber
escuchar, etc.

No todos los padres/madres son capaces o están
dispuestos a llegar a este nivel igualitario, ya que no todos quieren renunciar a su
rol parental. Así, puedes encontrarte con hijos/as totalmente autónomos e
independientes que han formado sus propias familias, con progenitores que aún
quieren o pretenden seguir ejerciendo las funciones de control y supervisión. Estos comportamientos pueden generar distanciamiento entre padres/madres e hijos/as.
No se ha de tener prisa por ser los mejores amigos/as
de nuestros/as hijos/as, ya que por salud familiar, estamos predestinados a
serlo en un futuro. Ahora es momento de esforzarse en ser su mejor padre/madre
practicando buenas estrategias de orientación, comunicación,
cohesión y afecto que les ayudarán en sus procesos madurativos.
Autor: Iván Castro Sánchez
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