LA VOZ COMO INSTRUMENTO

Reconozco que inicio este post con un ejemplo demasiado dramático. Imaginaos la siguiente situación: Un niño de unos 3 o 4 años corre despistado hacia un cruce donde está pasando un coche, sus padres se encuentran a unos 20 metros de distancia y observan con desesperación el riesgo. No tienen posibilidad de llegar a tiempo para sujetar al menor.  ¿Qué pueden hacer para evitar el accidente? Evidentemente tienen pocas opciones, la última salida sería gritar para alertar a su hijo, pero la garantía de éxito dependerá de lo acostumbrado que este el menor al grito. Si está habituado probablemente no se inmutará, por el contrario si no está habituado puede que se bloqué  ante la sorpresa de ese tono de voz que está utilizando su padre/madre.


Al margen de dramatismos, me centraré en la utilización de la voz como instrumento educativo. Comienza a ser común en los temarios de las escuelas de padres y madres que se introduzca el manejo de la voz como estrategia, no solo de comunicación sino también como herramienta de convivencia. Desde el nacimiento del niño/a, a través del lenguaje tónico (gugu… gaga… ajo…) hasta la adolescencia (interpretación milimétrica de las tonalidades) nuestra voz tendrá una importancia vital en su desarrollo evolutivo. Por consiguiente el primer paso para orientar a un hijo/a sería aprender a hablar con él/ella.
Expondré en los dos tipos de voz más comunes y habituales que se utilizan en las relaciones familiares.

La voz de autoridad: es la que se utiliza para comunicar al niño/a donde está el límite que no puede sobrepasar. Hace referencia al comportamiento que pretendemos modificar, no que el niño/a sea malo. Es decir, la voz que corrige. Claves para utilizarla:

  •         Tono de voz firme y serio
  •        Acércate al niño/a, no lo hagas desde la distancia.
  •        Ponte a su altura (agáchate) para no intimidar y mantén el contacto visual.
  •       Si es necesario sujeta al niño/a por los brazos para que te mire a los ojos y no salga corriendo.
  •       Exprésale con claridad y seriedad que es lo que ha hecho mal.

La voz de aprobación: es la que se utiliza para elogiar el comportamiento que queremos del niño/a. Nos ayuda a animar al menor hacía las conductas positivas. Es decir la voz que elogia. Claves para utilizarla:

  • Tono de voz elevado y alegre.
  • Utiliza la comunicación no verbal. Palmas, sonrisa, caricias… para expresar aprobación.
  • Elogia el hecho concreto que quieres potenciar, los elogios genéricos no son demasiado creíbles.
  • Utiliza expresiones emocionales como estrategias de aprobación: “- Me siento orgulloso/a cuando…”  

La voz de alerta: solo se utiliza en momentos de emergencia. Cuando el chico/a está en peligro y no existe otra forma de impedirlo. Al utilizar el grito el/la menor se bloquea, ya que es un tipo de voz que su padre/madre no utiliza y le sorprende.  
Algunas claves para hablar con tu hijo/a:

  •        Intenta expresarte de manera positiva, evita la ironía.
  •     No dudes en elogiar el buen comportamiento (recuerda premiamos el mal comportamiento).
  •        Define la conducta que no te gusta, no generalices.
  •        Si él/ella grita no respondas de la misma manera, obtendrás resistencia.
  •        Procura que te entienda verbalmente y corporalmente.
  •        Gestiona el tono verbal de manera adecuada.

El modelo que utilizamos para hablar con los hijos/as, no solo influye en sus capacidades para el manejo verbal, sino también en sus niveles de tolerancia frente a las expresiones orales de los demás.  



Autor: Iván Castro Sánchez

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