LA ADOLESCENCIA I: "Una etapa de desarrollos"


He de reconocer que, como profesional, la adolescencia es una etapa del desarrollo vital que me entusiasma. Éste será el primero de varios post que escribiré sobre ella, ya que es un proceso tan amplio que necesita ser analizado desde diferentes prismas.
Tengo la percepción que a muchos padres y madres la adolescencia les produce incertidumbre, preocupación e incluso miedo. Evidentemente, estas sensaciones están basadas en acontecimientos que suelen producirse con frecuencia durante esta etapa y en ocasiones en los recuerdos de su propia experiencia. 

En mis encuentros con padres y madres de adolescentes suelo empezar las charlas con la siguiente pregunta: ¿Podéis sintetizar en una frase, cuál fue vuestra principal motivación para ser padres/madres? La mayoría de respuestas se agrupan en dos grandes tipos, las biológicas y las emocionales, siendo estas últimas las mayoritarias. Desde el punto de vista socioeducativo me interesan más las de tipo emocional, así que me centraré en ellas. De esta manera los padres y madres suelen expresar: “- compartir mi vida…”, “- comenzar un proyecto de vida…”, “- crear una familia…”, “- proyectar mis ilusiones…”, “- ser educador/a…”, etc. Sí redactara cada una las respuestas de tipo emocional que a lo largo de estos años he obtenido, todas ellas adquieren verdadero sentido en la adolescencia de los hijos/as.

Definiré de manera sencilla la adolescencia como un proceso de desarrollo corporal, endocrino, psicológico y social, transitorio de la niñez a la adultez. Algunos autores lo definen como el “período vulnerable” provocado por la brusquedad de cambios y la lógica readaptación a los mismos. Es cierto que me cuesta encontrar otra etapa que tenga tantos cambios como esta.

Voy a analizar, a nivel genérico, los diferentes desarrollos por los cuales pasarán los niños/as para llegar a ser adultos:

El desarrollo físico: suele representarse como un crecimiento repentino que genera una modificación de peso y altura, las partes del cuerpo pueden estar desproporcionadas por algún tiempo, provocando aspecto desgarbado, arrastrar los pies, torpeza de movimientos, etc. Recordáis aquellas expresiones “- mira que garbo tiene…”, “- está en la edad del pavo…”, “- todo lo que toca lo rompe…”, por cierto ¿qué pasaría si vosotros/as de repente tuvieseis que caminar con tacones de 10 cm?. Sobre el desarrollo físico debemos valorar aspectos más relevantes, ¿qué sensación tendrá la primera niña de la clase a la cual le crecen los pechos?, ¿Qué sensación tendrá el niño/a que aún no ha dado el “estirón” en comparación con su grupo de iguales? además presionado por unos padres/madres que expresan su preocupación, delante de él, por la falta de crecimiento. Pues bien todo esto influye de forma directa en lo que se denomina “sentimiento de confianza” vital para abordar las adversidades.

El desarrollo afectivo: la adolescencia es un momento de búsqueda y consecución de la identidad personal. Se juzgan a sí mismos a través de como son percibidos por los demás, con las inevitables connotaciones afectivas que ésto tendrá. Las emociones y sentimientos se revelan intensas y se descubren algunas nuevas, nadie olvida a su primer amor. La falta de control y experiencia emocional genera desproporción entre el sentimiento y su expresión. Todo esto puede ser manifestado de forma externa por medio de tics nerviosos, muecas, refunfuños… podrá pasar de la agresividad a la timidez con facilidad.

El desarrollo cognitivo: el adolescente adquiere capacidad de pensar sistemáticamente acerca de las relaciones lógicas implicadas en un problema, es decir es capaz de desarrollar pensamientos más complejos. Hagamos una reflexión; no pretenderemos que nuestro hijo/a sea capaz de resolver ecuaciones de tercer grado con destreza pero que no tenga capacidad para debatirnos… Elaborarán su propio punto de vista sobre el mundo. La presencia de las cuestiones emocionales interferirá en sus capacidades, por ejemplo el bloqueo comunicativo delante del chico/a que le gusta, dificultad para concentrarse, etc.

El desarrollo social: generalmente expresado con incertidumbre por parte de los padres/madres, ya que el grupo de amigos adquiere un significado más relevante, que a su vez provoca cierto distanciamiento hacia los progenitores. Es el espacio donde la identidad del adolescente va adquiriendo forma al desarrollarse con independencia de la supervisión de los padres. El grupo de iguales es el refugio seguro, se compara con ellos, su objetivo es sentirse integrado, comparten rituales y gustos, se visten igual, etc. Una información relevante, criticar a su grupo de amigos provocará mayor rechazo del hijo/a hacia el progenitor. En otro post de adolescentes reflexionaremos sobre el grupo de amigos y las presiones de grupo a la que se ven expuestos.

El desarrollo sexual: junto con la preocupación por las drogas es una de las más importantes expresadas por los padres y madres. El proceso sexual a nivel biológico es elemental pero a nivel psicológico es complejo. Se desarrolla la identidad sexual que hace referencia a la conciencia de pertenecer a un sexo en función de los atributos corporales, en especial los genitales. Y la identidad de género que hace referencia a la precepción subjetiva de sí mismo sin partir de aspectos estrictamente biológicos. Se estima necesario prestar especial atención a este desarrollo.

Los diferentes desarrollos aquí presentados no tienen por qué tener el mismo proceso o ritmo evolutivo. Es importante observarlos y valorarlos para poder ser referentes, acompañantes y orientadores del proceso transitorio de la niñez a la adultez. 


Autor: Iván Castro Sánchez 

Comentarios

  1. Muy bien explicado! Espero acordarme cuando me llegue con los mios :)

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  2. Muy bien explicado! Espero acordarme cuando me llegue con los mios :)

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