NO PUEDO… TENGO DEBERES
Mi hija de 6 años salía sonriente y contenta tras terminar su jornada escolar, cosa que no es tan habitual, normalmente se le suele apreciar el cansancio acumulado. Al ver que además de la mochila cargaba con una carpeta de color azul, le pregunté: ¿qué ha pasado hoy en el cole que te veo tan contenta? Y ella desde su cristalina sinceridad me respondió feliz: ¡Papá nos han puesto deberes!. Era la primera vez que se los mandaban.