…DOCTOR, MI HIJO/A TIENE SORDERA SELECTIVA?
Una de las frases más comunes que los
padres/madres usan cuando el hijo/a ignora una indicación es “Este niño/a es sordo”. Por si hay dudas,
aclaro que si continuamente se hacen los sordos cuando se les pide algo, no es
porque el tímpano no esté desarrollado. Tiene más que ver con
una tendencia a desconectar hasta que el volumen de la voz paterna o materna
llega a su punto crítico. Reaccionan cuando intuyen que la cosa comienza a
ponerse sería y normalmente viene acompañada de la amenaza de una consecuencia
negativa.
En general, la “sordera selectiva” se produce por dos causas principales. Cuando
están muy concentrados en una actividad (jugando, viendo la tv, leyendo, etc.)
o cuando la información que transmiten los padres/madres no les interesa
(recoger, limpiar, dormir, deberes, etc.).
En este post intentaremos “recetar
algunos medicamentos” que ayuden a
mejorar ésta dificultad de escucha. El primer ingrediente: “los
padres/madres no tienen que decir todo lo que piensan y sí pensar todo lo que
dicen”. Es decir, primero reflexionar cómo transmitimos el mensaje y segundo
con qué importancia acompañamos el mensaje.
Analicemos otros “ingredientes
activos” que ayudarán a reducir y sanar
las sorderas selectivas de los hijos/as:
- La utilización del tono de voz. En el post “La voz como instrumento” profundicé en el uso de la voz de autoridad. Hablar con voz sosegada y firme. Si el tono de voz habitualmente es alto aprenderá a desconectar hasta que el volumen sea el máximo. Si el padre/madre se da cuenta que su tono de voz es elevado sería importante moderarlo.
- El contacto
visual es esencial, las probabilidades de no hacer caso están
directamente relacionadas con la ausencia de contacto visual. Es decir, si
no hay mirada no hay escucha. Hemos de partir de que los niños/as suelen
distraerse con facilidad, llamar su atención y establecer miradas
facilitará que sigan las instrucciones.
- En algunas ocasiones será necesario establecer contacto físico para
conseguir la atención. Podemos cogerle de la mano, tocar el hombro,
acariciarle, etc. Esta técnica
conviene sólo utilizarla ante situaciones urgentes y puntuales, ya que el
objetivo es que preste atención cuando se le habla.
- Recuerda que
los niños/as tienen cortos periodos de atención. Para facilitar su escucha
utiliza frases sencillas. El
uso de órdenes o de explicaciones largas puede provocar que pierda interés
o se olvide de lo que se dijo primero. Podéis extenderos en explicaciones
sobre la responsabilidad: “- Es muy
importante que uses bien el juguete, porque ha costado mucho dinero a tu padre/madre, si lo rompes no te compraremos otro…” o utilizar frases
sencillas y claras: “- Si usas mal
el juguete lo guardo”. Las últimas suelen ser más efectivas en cuanto
a las formas de uso.
- Evita la
ironía y las preguntas, mejor realiza afirmaciones. Si le dices: “- ¿A que hora piensas recoger?” Puede que te responda “- Después”. Las afirmaciones nos ayudan a indicar
claramente lo que queremos que haga: “-
Hora de recoger los juguetes”. Las afirmaciones definitivas transmiten
y clarifican la información sobre nuestras intenciones.
- Utilizar el
lenguaje emocional, los padres/madres deben expresar al hijo/a los
sentimientos que les producen sus acciones o conductas, en vez de
criticarle globalmente. Cuidado con equivocar con el chantaje emocional.
Expresar en primera persona nos ayuda a no culpabilizar a los hijos/as: “– Estoy cansado/a de trabajar puedes
recoger tu cuarto, sino lo tendré que hacer yo”. Que los hijos/as
identifiquen los efectos que provocan sus acciones en los demás, les
ayudará a desarrollar conciencia emocional.
Agradecer a los hijos/as que nos
presten atención o que realicen lo que les solicitamos sin demora, nos ayudará a
educar en positivo, ya que conseguirlo a través del castigo es educación en negativo. Pensar que
prestarnos atención y cumplir nuestras órdenes es su obligación, es olvidar, en
cierta medida, que están en proceso de aprendizaje. Por cierto ¿vosotros/as padecéis de sordera selectiva?.
Autor: Iván Castro Sánchez
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias por el artículo Iván... súper útil...ni hablar cuando tenés adolescentes. El mío no es difícil pero las hormonas me lo tienen todo alborotado... a armarse de paciencia..! :) Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias! A pesar de todo la adolescencia es una etapa increíble y llena de aprendizajes en la familia!!! 20 minutos con un adolescente ;)
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