ME SIENTO SEGURO!
En muchas ocasiones he hecho referencia a la educación en positivo con un
modelo beneficioso para relacionarnos con nuestros hijos, pero siempre desde
una perspectiva paterno-filial. Reforzando y poniendo en valor los aspectos
positivos de los chicos por encima de los aspectos negativos En este caso lo haré sólo desde la perspectiva
parental, reforzando las conductas positivas de los progenitores por encima de
las menos adecuadas.
Los profesionales del ámbito de la pedagogía familiar, con facilidad podemos errar al crear inseguridades en los progenitores. Es decir, si
centramos nuestras intervenciones en los riesgos que conlleva una “mala
educación” o en los “errores comunes” a la hora de relacionarnos con los
hijos/a, se puede llegar a fomentar una cierta frustración en los receptores y, por consiguiente, inseguridades en su función educativa. Esto nos alejaría del
objetivo principal que sería reforzar las capacidades parentales.
La mayoría de autores e investigaciones definen como modelo ideal el estilo
educativo “democrático/asertivo”. A nivel general denominan así a los padres y
madres que explican a sus hijos las razones del establecimiento de las normas,
reconocen y respetan su individualidad y sus derechos. Negocian mediante
intercambios verbales y toman decisiones conjuntamente con ellos, intentando
fomentar comportamientos positivos e inhibiendo los no adecuados. ¿Todos los
progenitores pueden ser así?
Pretender de golpe que todos los padres y madres sean asertivos y
democráticos puede que en algunos aspectos sea anti-natura. Aspirar a que un
padre con personalidad sobria pase a ser desenfadado no parece muy fácil. Sin
embargo, se podría transmitir esa sobriedad como capacidad que ayuda a gestionar el control emocional.
La seguridad en la parentalidad positiva tiene dos vertientes
diferenciadas. Por un lado se componen de aspectos relacionados en la
valoración de las capacidades personales y por otro, en el nivel de confianza
que otorgamos a nuestros menores.
Si analizamos nuestra conducta como padre o madre, con facilidad
encontraremos situaciones donde tenemos comportamientos positivos y otras donde
nuestras formas de actuar deben mejorar. La clave para obtener parentalidad positiva es
reforzar las situaciones donde me siento satisfecho, donde percibo que mi labor
es beneficiosa para mi hijo y sobretodo donde siento placer de ser padre/madre.
Identificar las conductas que generan emociones positivas facilitará el camino
para ir modificando las situaciones donde la percepción es negativa. Una de las
claves para sentirse seguro sería
reforzar las situaciones donde la función parental reporta satisfacción.
El otro aspecto que marcará nuestra sensación de seguridad parental es el
nivel de confianza que establezcamos en nuestros hijos. Quizás esto sea más difícil de lo que
percibimos, ya que versará sobre la actitud protectora que se ejerza. La sobreprotección está demostrado que perjudica
el desarrollo evolutivo de los menores pero también afecta emocionalmente a los
padres. Es común que en los años de la educación infantil, algunos alumnos no
asistan a actividades organizadas por el cole, en horario escolar, fuera del
centro educativo. Más por la incertidumbre y desconfianza que se genera en los
padres que por la negación a asistir del hijo. ¿Se desconfía de la capacidad
del profesorado para gestionar la actividad? o ¿de la capacidad del hijo para
disfrutar de la actividad?.
En los últimos años a los padres desconfiados y sobreprotectores se les
denomina “padres helicópteros”. Termino que se apadrinó a partir de la
definición que un joven hizo de sus propios padres. Algunos estudios concluyen que en EE.UU. 1 de
cada 10 progenitores ejercen de “helicópteros”.
Además de la carga que supone estar permanentemente pendiente de que no se
equivoquen, demuestran falta de confianza en los chicos y sobretodo sufren en
sus propias carnes grandes inseguridades cuando no pueden sobrevolar por encima
de sus criaturas.
Cualquier consejo de autoayuda te propondrá que confíes en ti mismo para
obtener seguridad pero en la familia también has de confiar en los demás.
Autor: Iván Castro Sánchez
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión