EL FRACASO DE LA EDUCACIÓN
"Los profesores estamos para transmitir conocimiento, para educar están las familias”
En más de una ocasión he
escuchado esta demoledora frase, por mucho que la escuche nunca me acostumbro a
ella. Además, con el paso del tiempo encuentro más fundamento para pensar que
es un planteamiento totalmente erróneo. Es difícil sintetizar, en un solo post,
todos los argumentos para defender una educación alternativa frente a los que
defienden este modelo.
Ya hace tiempo, desde la ciencia
de la prevención de las conductas adictivas se entendió que la información por
sí sola no es un método preventivo válido. Por ejemplo, la mayoría de la
población conoce los efectos nocivos del tabaco sobre el organismo, prácticamente
todos los fumadores reconocen las consecuencias negativas de fumar, pero a pesar de que las personas
tienen información y conocimiento suficiente, sobre los problemas de salud que
genera el tabaco, ellos continua fumando. A partir de esta premisa, en
prevención se entendió que la información debe ir acompañada de un método educativo
que genere competencias en las personas.
Fundamentar que el sistema
escolar está solamente para transmitir conocimiento sería cometer el mismo
error que pensar que solamente con información la prevención es válida. Un par
de ejemplos, con cierta seguridad podríamos decir que el alumnado de secundaría
puede definir perfectamente el ciclo de la naturaleza, la fotosíntesis de una
planta, la diferencia entre flora y fauna, la importancia del medio ambiente,
etc. pero no podría decir con la misma seguridad que la mayoría del alumnado de
secundaria cuando sale a la naturaleza no contamina, recoge la basura o tiene
conciencia medioambiental. Otro ejemplo, la mayoría del alumnado de primaria
termina el ciclo conociendo la pirámide alimenticia, reconociendo la
clasificación de alimentos, incluso identificando el azúcar saturada como un
alimento poco saludable, pero no podríamos asegurar que la mayoría del alumnado
solicite a sus familias una alimentación sana. Quizás tenemos un sistema
escolar que transmite de forma correcta los conocimientos, pero no consigue de
la misma manera que estos influyan en las conductas. De qué sirve tener un
alumno que conoce científicamente a la familia de los canes, si no tiene
conciencia sobre el respeto a los perros y puede abandonarlo.
Es evidente que el sistema
educativo debe transmitir conocimientos, pero para que sea completo ha de dotar
esos contenidos de emociones. En la actualidad existe una democratización del
conocimiento, es relativamente fácil acceder a él, lo complicado es discriminar
entre información valida y no válida. Muchos
alumnos utilizan videos de Youtube para aprender y entender algunos contenidos,
lo que nos indica que la función didáctica del profesor también ha de
evolucionar.
Los criterios que utilizan las
empresas en la selección de personal van evolucionando hacia aspectos alejados
del puro conocimiento. Se valoran las capacidades de trabajo en equipo, el liderazgo,
la inteligencia emocional, la gestión del estrés, la capacidad de establecer
relaciones, la capacidad de gestionar la información, etc. De esta manera
podemos entender que estos aspectos relacionados con las competencias
personales son más productivos que los del conocimiento.
Reconozco que el alumno pasa más
tiempo con la familia que en el centro escolar, que la responsabilidad de los
progenitores es más alta, pero esto no exime al sistema educativo en su
responsabilidad de formar personas. De esta
manera los colegios e institutos, por ende, el profesorado están para
transmitir competencias personales e intelectuales al alumnado, trabajar desde
la perspectiva de la inteligencia emocional se convierte en una tarea
imprescindible para evitar el fracaso de la educación.
Autor: Iván Castro Sánchez
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