¿PREMIAMOS EL “MAL COMPORTAMIENTO”?
Si nos preguntasen ¿premiáis el mal comportamiento de tu hijo/a? nuestra respuesta inmediata sería " NO" . Si lo analizamos con detenimiento puede ser que en ocasiones " SÍ" lo hagamos inconscientemente. Una de las principales necesidades emocionales de la infancia, es establecer lazos relacionales con los padres/madres. De esta manera los niños/as necesitan de la atención por parte de sus progenitores. Cuando vamos a verle en una actuación del colegio, nos buscará continuamente con la mirada e incluso saludará, aunque el profesor le haya dicho que no lo haga. En el parque te dirá que le mires lo alto que sube en el columpio... Estarán permanentemente pendientes de nosotros/as. En la medida que el niño/a va creciendo éstas irán disminuyendo progresivamente, en la adolescencia esto será muy diferente.